jueves, 11 de diciembre de 2008

Nos pierden las formas...

Hoy me ha ocurrido algo que me ha hecho reflexionar, lo que cambia todo dependiendo de la forma en que lo digas….
Renovando un documento me ha atendido una mujer muy agradable, que ya en el momento en que me nombro y me hizo paso en la puerta para que yo pasara me transmitió mucha calma, generalmente en estos sitios se respira mucho estrés, impaciencia y malos humos, pero en esta ocasión era todo lo contrario, mientras que me tramitaba todo, ella hablaba con su compañero de la lentitud de los ordenadores pero siempre con una sonrisa en la cara y el compañero igual y mirándome me dice, -los ordenadores hoy están lentos hemos tenido que anular citas para no hacer a la gente esperar-, a lo cual yo le respondí eso no depende de vosotros cuando a los ordenadores les da por ir lentos no hay manera-, ella con una mirada muy serena y una voz muy dulce y tranquila me dice, gracias, se hizo un silencio y continuó diciendome -no todo el mundo lo entiende y cargan sobre nosotros, yo intento no perder la calma y que nada de esto altere mi tranquilidad, ya que yo se que no depende de mi, pero hay que aguantar las formas de la gente. Yo también la he dado las gracias, y doy por echo que esta mujer tiene un ángel muy cerquita.
En vez de agradecer que te den cita para mañana para que hoy no estés allí esperando tres horas, se tiende al enfado, la rabia….yo lo habría agradecido si me habría tocado.
Que verdad es que perdemos las formas y además no nos damos cuenta de que los únicos que salimos perjudicados somos nosotros, te encolerizas y es para nada, respira, cuenta hasta 10 y mira el lado positivo que siempre lo hay.
Lo que quiero decir con todo esto es que perdemos las formas por cosas que no dependen de nosotros, si por ejemplo llueve y habíamos quedado para ir a la playa, me voy a poner a llorar o a patalear? Por mucho que me fastidie no depende de mí y lo que tendré que hacer es buscar un plan alternativo en vez de perder los nervios y agotar mi energía en eso.
Hay muchas cosas que no dependen de nosotros mismos y hay que aprender ha no cargar con tanto peso para poder vivir en paz con uno mismo y con los demás. No podemos ir descargando nuestras frustraciones con los demás, porque seguro que en muchas ocasiones no tienen culpa. ¿Qué pensáis?

Un besazo.

3 comentarios:

myself dijo...

Para mi las formas son muy importantes. Siempre pienso que no es lo mismo regalar una sonrisa que una mala cara, con esto primero, hasta el imprevisto hace que carezca de importancia.
Muy buena entrada.
Un saludo

Maria dijo...

Siempre me llama la atención la calma chicha con la que aceptamos lo que "sabemos" que no podemos cambiar y la frustración descabellada que nos provoca el no poder cambiar lo que "creemos" que alguien debiera de cambiar... (y yo soy la primera pecadora que tiene que estar repitiéndose, como a los niños lelos, lo que acabo de escribir, de lo que deduzco que cambiar-"se" tampoco es tan fácil y es que al final tanto la lluvia como el bicho humano son fenómenos de la naturaleza ¿no?).
PS: Me gusta que te guste el Orfeón, je je. Saludos linda.

ainhoa dijo...

Todo en la teoría se ve muy facil...pero después hay que aplicarlo verdad? pero aunque cueste hay que seguir intentandolo.
El respeto empieza por uno mismo, si tu no te respetas, no te quieres, ¿como vas a respetar o a querer a otr@? No hay que gastar tanta energía en intentar cambiar las cosas que no dependen de nosotros, a mi el sentimiento que me invade cuando alguien intenta cambiar en algo a otra persona, sin respetar, es pena,pienso que es energía mal invertida y ademas una falta de respeto. Cada persona es como es con sus virtudes y sus defectos y sus circunstancias.....¡¡¡ no lanzemos nuestras frustraciones sobre otros, sino queremos que despues no las lancen a nosotros!!!!jejeje
Un besazo, myself regala siempre una sonrisa.... y Maria algún día te contaré los buenos sentimientos que me trae cuando escucho el orfeón....